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OCTOPATH TRAVELER II

PROJECT "EL MISMO JUEGO 2"

Cuando llevaba unas 80 horas de Octopath Traveler II un pensamiento recorrió mi mente, un pensamiento sobre el tiempo que había pasado desde que compré mi Switch. En su momento tuve la Wii de salida y la 3DS XL, pero fui de los pobres diablos que no consiguieron entender el concepto de la Wii U, quizás porque era demasiado pequeño, quizás por desinterés. Sin embargo, el lanzamiento de Switch sí llamó mucho mi atención, aunque no la compré inicialmente porque me pareció mucho dinero, aunque por supuesto todo cambió después de que se anunciaran varios títulos que prácticamente me obligaron a pasar por caja de una vez por todas: Dragon Quest XI S, Pokémon Espada/Escudo y Octopath Traveler.

Estos tres y una pequeña ofertilla de alguna tienda fueron los culpables de que a día 29 de marzo de 2023 esté escribiendo estas líneas tras probablemente más de 3.000 o 4.000 horas de juego en mi pequeña Switchy. Hoy toca hablar de uno de esos tres títulos que hicieron despertar de nuevo mi pasión por los videojuegos: Octopath Traveler. Hasta ese momento, sólo había jugado unos pocos JRPG, concretamente Pokémon y Dragon Quest IX, pero eso ya había sido suficiente para que se convirtiera en mi género favorito, aunque no conociera nada mucho más allá de esas dos franquicias. Eso sí, este desconocimiento no significó absolutamente nada cuando vi por primera vez en 2017 aquel trailer que anunciaba algo llamado Project Octopath Traveler, un juego que prometía un mundo en 3D con una iluminación preciosa, poblado por sprites 2D al estilo de lo que a mí probablemente me recodara a los juegos de Pokémon de la DS. No sé recordar qué fue exactamente lo que me gustó, si sus gráficos, su música, si su ambientación, pero sí recuerdo dar mucho la chapa con lo precioso que me parecía el título y seguir el desarrollo bastante de cerca.

Portada Octopath Traveler II (NSW)

OCTOPATH TRAVELER II

Año: 2023

Desarrolladora: Square Enix (Team Asano)

Género: Japanese Role Play Game (JRPG)

Plataformas: Switch, Play 4, Play 5, PC

Por supuesto, el año que pasó desde su salida hasta que adquirí mi consola en febrero de 2019 fue igual de duro, aunque tengo un poco de laguna mental sobre qué ocurrió en ese tiempo. Lo que sí sé es que Octopath Traveler fue el segundo juego que compré y que le metí como 120 horas hasta derrotar a ese terrorífico jefe final cuyo combate probablemente lo diseñaran locos. Con todo esto, jugando a su secuela pensé en el tiempo entre ambos, en todo lo que había aprendido en estos cuatro años respecto a los videojuegos y en cómo había cambiado la variedad de juegos que consumía, en cuántas franquicias me encantan ahora y que en su momento me perdí por estar encajonado en Mario, Pokémon y un único Dragon Quest. Octopath Traveler fue mi primer juego (no pirata, evidentemente) que se salía de mi zona de confort de franquicias y el que allanó el camino a todos los demás.

4 años después, sale a la venta Octopath Traveler II, una secuela continuista pero que por supuesto, me emocionó enormemente la primera vez que la vi en el Nintendo Direct de septiembre de 2022, con un anuncio sorpresa que no me esperaba para nada. Y ahora, después de 95 horas aproximadamente (aunque me falta un jefe, pero me da un poco de pereza) me veo en la posibilidad de escribir este análisis del título.

SIIII, ES IGUAAAAL, ES IGUAAAAL

Siguiendo las palabras de Folagor al ver los remakes de Pokémon Perla/Diamante, es justo decir que Octopath Traveler II es prácticamente el mismo juego, una secuela muy continuista de la primera entrega pero que sin embargo, incorpora bastantes novedades y cambios que mejorarán bastante la experiencia jugable, o al menos, la cambian lo suficiente para que el resultado se sienta como una secuela y no una mera expansión del original. Octopath Traveler II es el cuarto juego que utiliza el ya acuñado estilo gráfico HD-2D, por lo que se nota mucho lo que han aprendido a lo largo de los años, resultados que se aprecian en el aspecto de este título, aunque esto saque a relucir las carencias de la Switch (supongo que en el resto de plataformas irá perfectamente y sin problemas). Todo tiene más partículas y efectos, así que en los momentos de mayor carga gráfica la Switch pierde algún frame que otro por el camino, aunque no es algo especialmente molesto, ya que sólo ocurre durante los combates, que al ser por turnos, no implica gran cosa. Por otro lado, es claro observar que durante la exploración, algunos adornos han sido recortados con respecto a otras versiones para ajustarse al sistema. Aun con estos posibles problemas de rendimiento, es un videojuego perfectamente jugable que se ve precioso tanto en modo portátil como en modo sobremesa gracias su maravilloso arte. Mi experiencia ha sido principalmente con la consola conectada a un monitor aunque he de decir que en los momentos que jugaba en portátil sí sentí que quizás se veía un pelín peor de lo que debería, algo borroso y demasiado pequeño en general.

la historia avanza

Uno de los aspectos que más me han llamado la atención es la ambientación del título. Mientras que la entrega original parecía sentirse más medieval, más metido en una fantasía clásica, este parece ser cercano a una época de la historia más "moderna", con ciudades sacadas incluso de la revolución industrial, lo cual supone un cambio que hace que nos preguntemos: ¿estamos avanzando en la historia? ¿Podría el siguiente Octopath Traveler ocurrir en tiempo actual? Probablemente aún queden años para averiguarlo, pero sin duda parece que han cogido alguna idea de Live a Live para desarrollar Octopath Traveler II. Por supuesto, estos cambios no hacen sino aumentar enormemente la variedad de escenarios del título, que van desde bosques, ciudades desérticas o cumbres gélidas, todos igualmente cuidados y detallados, aunque sigue pecando un poco de un diseño un tanto sencillote (que no malo), con básicamente un camino correcto y pequeñas bifurcaciones que en su mayoría llevan a un cofre con un objeto curativo o un arma. Este aspecto, que ya estaba presente en la primera entrega, aunque no creo que sea algo determinante, bien podría ser uno de los temas a revisar para futuras iteraciones.

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Estamos los que somos y somos los que estamos

Y llegamos a hablar de uno de los temas que más se criticó de Octopath Traveler (I): los personajes y la historia. Sinceramente y pese a que me gustaron en la primera entrega, sí reconozco que no eran los mejores. Los ocho personajes, pese a pasar mucho tiempo juntos, no parecían un grupo, sino una excusa para poder participar en combates con cuatro integrantes. Eran ocho historias, pero no se entrelazaban de ninguna forma, sino que eran completamente independientes y no interferían en las aventuras del resto de personajes. Esto suele ser un elemento típico de este género de videojuegos, donde los diferentes protagonistas se unen contra un mal conjunto sin ninguna razón aparente. En Octopath Traveler esto se acentuaba incluso más, ya que no existía como tal un objetivo común, sintiéndose un poco extraño que se ayudaran entre sí. En esta secuela han tratado de arreglar esto, consiguiendo ciertos resultados, aunque es evidente que aún están a medio camino y que se necesita un pasito más. La inclusión de las historias conjuntas, que son pequeños capítulos intermedios protagonizados por dos de los integrantes del grupo añaden algo de profundidad y de interacción, pero se queda en eso, en 4 capítulos sueltos de corta duración que dejan entrever su relación. De igual forma, las conversaciones de viaje (pequeñas conversaciones que surgen mientras nos movemos por el mapa o después de ciertos eventos) también suman, pero todo esto es inútil porque cada vez que vemos una cinemática de la historia principal de cada personaje, el resto de protagonistas simplemente "desaparecen" para dejar que la trama avance, volviendo a aparecer al término de la escena. Esta forma de narrar los acontecimientos es completamente entendible, pero tira un poco por tierra las mejoras incluidas para solucionar la problemática.

Y hablando de los personajes, aún no los he presentado. Los arquetipos de cada uno de los ocho trabajos principales (guerrero, bailarina, ladrona, erudito, boticaria, mercader, clérigo y cazadora) han cambiado, dándoles personalidades bastante diferentes a sus contrapartes del primer juego, añadiendo cierta variedad en las historias. Eso sí, de los ocho personajes, solo 4 han variado su género, dejando a LA BailarinA, EL guerrerO, LA cazadorA y EL eruditO, haciéndome desear que hubieran cambiado todos para poder poder ver más cambios aún en las historias. Por si os interesa, en esta ocasión mi personaje principal volvió a ser Ochette, la cazadora, al igual que lo fue H´annit la primera vez. Las historias de cada uno de ellos son bastante sencillas y en su mayoría predecibles, lo cual no les quita que a su vez puedan ser emotivas o épicas, cada una en su respectivo ámbito. Mientras que la historia de la propia Ochette se basa en su deseo de proteger la isla en la que vive, Agnea viaja por todo el mundo para convertirse en una estrella de la danza a la vez que Osvald o Hikari buscan venganza para recuperar lo que una vez perdieron. Como podéis ver, no son adalides de la originalidad, pero sin duda todas y cada una de las ocho aventuras acabarán atrapando a la mayoría de los jugadores por unas razones u otras.

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LA NOCHE ES OSCURA Y ALBERGA HORRORES

Una de las más notables novedades es la inclusión de un ciclo de iluminación día y noche. Normalmente este aspecto no implica demasiadas cosas, pero en Octopath Traveler II han querido que esto sea algo importante y han relacionado este cambio de luces a distintas mecánicas. Por un lado se encuentran las acciones de senda, ciertas habilidades que tienen los personajes y que pueden poner usar con los distintos NPC. En el juego original cada personaje tenía una acción asignada, pero sin embargo, esta habilidad ahora depende de si nos encontramos de día o de noche. De esta forma, cada personaje puede hacer dos cosas, por ejemplo, el mercader puede comprar objetos a los NPC durante el día, mientras que por la noche puede contratarlos. Por su parte, la bailarina puede "seducir" durante el día para llevarse personajes y usarlos en combate, mientras que por la noche podrá "rogar" que le den objetos (pongo este ejemplo porque me ha parecido especialmente sexista y un poco feo la verdad). Incluir esta duplicidad hace que no tengamos que estar todo el rato cambiando los miembros del grupo principal, ya que es muy probable que alguno de los que estemos usando en ese momento tenga acceso al resultado que queremos obtener. Por otro lado, cada personaje dispone de algunas habilidades pasivas en combate que también dependen de si es de noche o de día, como por ejemplo la ladrona, que aumenta varios stats durante la noche, momento en el que el erudito podrá descubrir varias de las debilidades de los enemigos al principio del combate. Por supuesto, estos ciclos de luz provocan que no sea lo mismo explorar una zona con los ardientes rayos del sol que bajo la evocadora iluminación de la luna, dejando preciosas estampas y paisajes en ambos casos.

las cosas buenas no deberían cambiar nunca

A mí los JRPG me gustan por turnos, porque no tengo demasiadas manos y este sistema de combate no exige demasiada habilidad... o bueno, quizás esto no sea lo correcto. En Octopath Traveler II nos encontramos ante el mismo sistema de combate que en la primera entrega, lo cual es lógico, teniendo en cuenta que es una de sus señas de identidad. Un sistema de debilidades a armas y a magias, un número de escudos que debemos ir derribando... exactamente igual. Eso sí, algunas cosas han cambiado. Nos referimos por supuesto a los potenciales, una mecánica nueva que permite realizar una poderosa acción una vez que se hayamos rellenado una pequeña barra. Esta barra (es un círculo, pero nos entendemos) se va completando cada vez que realizamos o nos provocan daños, teniendo por ello que aprender a gestionar en qué momento vamos a necesitar de esta habilidad para poder darle la vuelta a las tornas durante un combate. Es una mecánica graciosa que en algún punto nos puede sacar de un apuro y que está introducida de una manera tan natural que realmente parece que siempre estuvo ahí. Y hablando del combate, hay que hablar de los trabajos. Como dije antes, siguen siendo los mismos, pero han sufrido cambios y ajustes. En resumen, los han equilibrado para que algunas habilidades y pasivas no estén tan rotas. Al final de Octopah Traveler, muchas veces se usaban las mismas pasivas para todos los personajes porque eran muy superiores a las demás, por lo que han decidido modificar bastantes cosas para favorecer la diversidad a la hora de entrenar a nuestros personajes. De la misma forma, han cambiado los trabajos secretos (sí, sigue habiendo cosillas por descubrir), lo cual me ha hecho especial ilusión, porque uno de ellos me recuerda a uno que ya existía en Bravely Default y que me gustaba mucho (no diré cual, evidentemente). Sin duda, pasaréis un buen rato buscando y probando las mejores combinaciones de trabajos para cada uno de los personajes, ya que ahora, varios de ellos pueden equiparse el mimo trabajos secundario, algo que no se podía hacer en la primera entrega.

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POR ÚLTIMO, PERO NO POR MENOS IMPORTANTE

Además de todas estas cosas ya comentadas, querría hablar sobre otros aspectos un poco más secundarios, como pueden precisamente eso, las misiones secundarias. El juego cuenta con bastantes de estas misiones, que irán más o menos por las 80 u 85. No son demasiado largas ni demasiado pesadas, por lo que es fácil ir visitando zonas e irlas haciendo según exploras. Eso sí, otras requerirán que hables con todos los NPC y recuerdes algunas características sobre ellos: algún acento extraño, a lo que se dedican, algún deseo que tengan, etc. De hecho, par poder ver algunas cosas del final será necesario hacer todas o casi todas las secundarias, así que os invito a que intentéis hacerlas si queréis ver todo lo que el juego tiene que decir.

 

Por supuesto, no podía dejarme fuera la excelsa banda sonora del juego. Una vez más Yasunori Nishiki es el compositor de esta y ha creado unas piezas musicales increíbles, desde los temas principales de los personajes, los cuales cristalizan maravillosamente sus personalidades y su aventura, desde lo salvaje de la naturaleza hasta lo infantil y afable del tema de Ochette, la pasión y la fuerza del tema de Throné o la dulzura y alegría del tema de Agnea. Desde la primera nota hasta la última, la banda sonora de Octopath Traveler II es una delicia (además puedes comprar las canciones in-game para ponerlas en una gramola, lo cual está muy guay). 

Y sin abandonar el arte del juego, cabe mencionar a Naoki Ikushima, quien es el creador de las ilustraciones de los personajes y de los artes promocionales, los cuales llevan enamorándome años. Sinceramente me encanta que Team Asano cuente con él para la mayor parte de sus títulos, porque no sería los mismo sin ellos.

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Conclusiones

Octopath Traveler II es como tu comida favorita: la comes una y otra vez, pero no puedes cansarte de ella. Es lo mismo otra vez, pero es tan bueno y tan redondo que lo único que quieres es que la próxima vez llegue cuanto antes. Sigue teniendo pequeños fallos, como en las historias o la interrelación de los personajes, pero son nimiedades en comparación a todas las cosas que hace bien. Incluye los suficientes cambios para sentirse renovado sin modificar un ápice su esencia y las partes centrales de su gameplay. Team Asano nos lee, sabe las cosas que nos han gustado y las que no e intenta contentarnos sin poner en riesgo sus prioridades. En mi opinión, esta secuela supera en muchos aspectos a la entrega original, haciendo del título uno de los JRPG más impresionantes del catálogo de la consola, incluyéndolo en el mismo grupo que otros como Xenoblade Chronicles 3, Dragon Quest XI S o Persona 5 Royal. Sinceramente, estoy deseando ver los próximos juegos que nos traerá este equipo, aunque parece que aún habrá que esperar para poder probar ese Dragon Quest III Remake al que tantísimas ganas tengo. Lo que vendrá después es un misterio. ¿Volverán a Bravely Default? ¿Octopath Traveler III? ¿Quizás más remakes de juegos clásicos como Live a Live? Quien sabe, sólo podemos esperar a verlos. Por ahora, jugad a Octopath Traveler II, es un título que merece mucho la pena si os gusta el género, y si no, quien sabe, a lo mejor este os termina de conquistar. 

SELLO DE RECOMENDACIÓN:
IMPRESCINDIBLE
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